Sala de máquinas
AMLO, el farsante
El presidente de México amenaza con suspender relaciones con España, reafirmándose en su condición de farsante monumental. Primero, porque él mismo es un indigno conquistador, conforme a la tosca visión que tiene de la hispanidad, encuadrada en la leyenda negra que nos fabricaron flamencos, ingleses ... y otras hierbas. López Obrador gobierna un país que según su sectarismo no le pertenece, porque es nieto de españoles que llegaron a América hace cuatro días, se aprovecharon de las oportunidades y ahí lo tienen, en todo lo alto, ocupando el sitio que les correspondería a los indios de sangre azteca. A López Obrador le falta el señorío habitual de los cántabros, la tierra de sus ancestros, pero -las cosas como son- en política parece una gota de agua de Miguel Ángel Revilla. Es un farsante además porque busca desviar la atención en un país sometido a los narcos y la corrupción, y donde los periodistas son asesinados ante la impasibilidad de un Gobierno pendiente de meterse con España.