Enfoque
El vuelo del «Cuco»
Sánchez y los aviones oficiales
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Iniciar sesiónSi Ábalos fuera del PP a esta altura del engaño ya no sería ministro. Y si en vez de Sánchez es Rajoy quien utiliza el helicóptero de la Guardia Civil que está buscando a un desaparecido en Mallorca, y el aparato de la Benemérita deja ... de hacerlo para que el presidente del Gobierno cruce más rápido la isla, como mínimo se le estaría comparando con el recién exhumado e inhumado, por cierto, tras volar el finado en helicóptero. Como cuenta hoy ABC, Sánchez llegó el pasado jueves a Palma a bordo de su estimado Falcon, que para eso está, por supuesto después de hacer el trayecto desde La Moncloa a Torrejón también en helicóptero, sin duda la mejor manera de sortear los atascos de Madrid. Hasta aquí todo según su habitual uso y costumbre. Pero como no hay dos sin tres, en el aeropuerto de la capital balear le estaba esperando, desde dos horas antes, el «Cuco» que, para sorpresa e indignación general, había sido desplazado, para recoger a Sánchez, desde el norte de la isla, donde había en marcha un operativo de búsqueda de un desaparecido.
Resulta paradójico que Sánchez dijera que no se iba «a escatimar ningún recurso» tras descender de uno de ellos. Hay que confiar en que el propio presidente no fuera consciente de que para tener una buena vista estaba restando personal y un medio decisivo para el rescate de una persona en una zona de barrancos. No parece que nadie tuviera interés en contarle al presidente el número de helicópteros que la Guardia Civil emplea en Baleares y que en el rescate del desaparecido le estaba sustituyendo un aparato que apaga incendios. De lo contrario, hay que confiar -la esperanza es lo último que se pierde- en que Sánchez hubiera rehusado. Lo mejor es que alguien desde la factoría de relatos de La Moncloa ofrezca una rápida aclaración al respecto. Que el silencio no otorgue.
El caso es que en una situación de emergencia se mermó el operativo de búsqueda para evitar que el presidente hiciera 50 minutos de coche para llegar a la zona más afectada por la borrasca Gloria. Sin duda, la imagen del presidente con auriculares mirando el agua desde arriba, a bordo del helicóptero llamado el «Cuco» de la Guardia Civil, vende mucho más que detrás de unos cristales a ras de barro. Desde que llegó a La Moncloa ha demostrado su afición a los altos vuelos pero mucho más a la construcción de un relato épico, glorioso y sobre todo insustituible de su Presidencia del Gobierno.
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