El ángulo oscuro
Cartas del sobrino a su diario (XI)
A los espíritus que han perdido su objeto eterno sólo les resta acatar las veleidades irracionales de quienes los mangonean
¡Mentira me parece, tito Escrutopocho, que albergues esos temores, siendo un diablo que hilaba tan fino! Y a un viejito chocho que fue tan fino hilador como tú habrá que regalarle una rueca. Dices que contemplas con inquietud -pues te hace temer por la ...
Artículo solo para suscriptores
Si ya estás suscrito, inicia sesión
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete