DESDE OGIGIA
Oltraizquierda
Dudar de la rectitud de su conducta, cuestionar su legalidad, equivale a poner en tela de juicio el bien. El bien es suyo, ellos son el bien. Hechos a esta comodidad moral, que se suma a la facilidad intelectual de no tener que saber nada fuera de las tres consignas lastrianas, carecen sus cabezas de orientación respecto a su papel en democracia
Oltra se infatúa de ética y estética, nada menos, y se adhiere al sillón como una lapa. Mientras, el coro de la izquierda vertedero arguye las razones habituales, que se resumen en extrema derecha, extrema derecha, extrema derecha. Lo cual, claro, no significa nada. Es ...
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