Suscribete a
ABC Premium

La Tercera

La segunda transición

«Se inician las conversaciones entre el Gobierno central y el catalán y toda la atención que se les preste será poca. No por lo que pidan los nacionalistas, que lo sabemos, amnistía y autodeterminación, sino por lo que Sánchez esté dispuesto a darles, que no lo sabemos. A lo mejor cree que poniendo otro nombre al referéndum, consulta, muestra o algo por el estilo, podría colar. Pero los secesionistas, que le conocen, no se contentan con menos que la independencia, con todas y cada una de sus letras»

José María Carrascal

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Sabemos lo que busca Pedro Sánchez con el nuevo Gobierno y otros planes tras fracasarle los anteriores. Se le escapó al propio presidente el pasado 18 de julio: «Prometo iniciar una segunda transición», dijo al anunciar el indulto de los líderes secesionistas. Como aquello era ... dinamita pura, nadie dio importancia a la segunda transición, no fuese a ser una cortina de humo para tapar la bomba. Pero no, por una vez decía la verdad, y tras el indulto han venido surgiendo medidas de mucho más calado y consecuencias. No incluyen cambios de la Constitución, para no asustar a nadie, sino que van paso a paso, con decretos que no necesitan el apoyo de las Cámaras para cambiar la entera escena política española. Se trata de ir ‘de la ley a la ley’ hasta lograr darle la vuelta con el apoyo de la oposición, a la que se pide serenidad y patriotismo, necesarios en operaciones delicadas como otra transición, con una pandemia encima más grave de lo que en un principio se creyó, el frenazo económico consiguiente y los naturales rechazos que una operación de tal calibre despiertan. Para resumir: se trata de repetir la estrategia de la primera Transición y Torcuato Fernández-Miranda, donde quiera que esté, podría pedirles los ‘copyrights’. Aunque, aparte del plagio, hay una diferencia fundamental: esta segunda transición no se funda en el consenso, como aquella, sino en el antagonismo de las dos Españas, y en vez de limitarse a corregir los defectos que como toda obra humana tiene la primera, busca aniquilarla junto a cuanto significa, aunque eso se oculte, por razones obvias. O, dicho ya sin rodeos: intenta devolver España a febrero de 1936 tras la victoria del Frente Popular, de corte parecido al Gobierno actual, sabiendo que derecha y centro no lo aceptarían, como buena parte del Ejército. Pero dispuestos a que ahora no ocurra lo que entonces ocurrió.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia