Mario Draghi
Vente a Italia, Pepe
El Ejecutivo italiano propone una rebaja fiscal para contribuir a la reactivación económica
La escena del sofá que el pasado martes protagonizaron en Londres Boris Johnson e Ignacio Galán, cartel anunciador de la inversión de 7.100 millones de euros prevista por Iberdrola en el Reino Unido, coincide con las advertencias de Antonio Garamendi -«preparémonos para las deslocalizaciones»- ... sobre las consecuencias de un hachazo fiscal que la ministra de Hacienda y Leña califica de «muy conservador», enésima paradoja de nuestro Gobierno de progreso. En versión conservadora, lo de «Una recuperación justa», eslogan de la colección de otoño de La Moncloa, es una recaída. Deslocalizarse, como irse a la vendimia, quizá sea la última opción, pero Iberdrola apunta maneras. Mario Draghi, experto en medidas de aliento y manguerazos, ha decidido aplazar cualquier subida de impuestos para cuando escampe y enviar a Bruselas un borrador de presupuestos definido por la reducción de la presión tributaria. Por los daños provocados por la pandemia y el monto de las ayudas prometidas por la UE, Italia es a estas alturas lo más parecido a España que uno puede encontrarse en Europa, salvo por el detalle menor, como el de los mil millones que se quitan de un lado y se ponen en otro, de tener a Draghi haciendo las cuentas en vez de a María Jesús Montero.
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