Abu Dhabi y el Rey

En tal sentido, si el presidente doctor Sánchez recuerda nuestra definición de «Diplomacia económica» como aquella «otra forma de intervención del Estado en el mercado», que «utiliza la capacidad de influencia política de los Estados en favor de sus intereses económicos en los mercados internacionales» y que transcribe en su propia tesis (pp. 23, 45), deducirá que la salida de España del Rey Juan Carlos I es por su trascendencia uno de los peores negocios y noticias «económicas» del año; junto a la pandemia y la crisis subsiguiente. Tan revelador como sintomático me resultó el mensaje recibido de una exdoctoranda alemana residente en Madrid, que regularmente reporta información económica sobre España, «asustada por la capacidad de autodestrucción de los españoles».

Actualmente hay en el mundo 92 fondos inversores soberanos internacionales operativos con un total de activos de más de 6 billones de euros, y creciendo. De los diez primeros -con el 75% de tales activos- tres son de la República Popular China que reunidos liderarían el ranking. Pero superando al noruego «Government Pension Fund Global», el segundo fondo inversor del mundo sería el de la «Abu Dhabi Investment Autority» agregado al también emiratí «Mubadala Investment Company». Éste, que es el principal accionista de nuestra histórica Compañía Española de Petróleos, S.A., Cepsa, ha cerrado 2019 con un resultado global de 12.087 millones de euros, multiplicando más que por cuatro su beneficio anual. Y concluido toda una serie de transacciones clave estableciendo nuevas asociaciones para invertir a nivel local y mundial en todos los sectores que contribuyen a intentar impulsar la modernización económica de Abu Dhabi y su diversificación, también en España. Con un 43 por ciento del portfolio compuesto por inversiones directas e indirectas en capital privado, un 21 por ciento en mercados públicos y un 11 por ciento en bienes raíces e infraestructuras, entre otros. Ahora, con la pandemia global, trabaja su cartera en asociación con comunidades afectadas por el Covid-19 tras incrementar su presencia en mercados punteros dentro de la línea estratégica mantenida por su gobierno, como tecnología, sanidad y minería.

Al cierre del pasado año, los activos gestionados a nivel global, sólo por Mutabala, ascendían a más de 194.540 millones de euros, con un incremento del 1,5 por ciento respecto a 2018. Presentando actualmente una prudente relación deuda-capital del 11,8 por ciento con una sólida posición de efectivo, que ya quisiéramos para nuestro fondo de pensiones de la Seguridad Social. Concretamente invirtió un total de 15.500 millones de euros en activos de futuro, que van desde las TIC’s, hasta las energías renovables, pasando por el transporte, la medicina o la agroindustria, donde en el medio rural también tiene significativas inversiones en nuestro país. Y posee asimismo el 50 por ciento de Mina de Aguas Teñidas, Matsa, en Huelva, tras pagar casi 590 millones de euros. Nada de todo esto podríamos entenderlo sin la figura clave de bóveda, la amistad, ascendiente y prestigio del Rey emérito.

Conozco suficientemente los Emiratos Árabes Unidos. Para sus nacionales uno de los de países de mayor nivel de vida. Con una gran seguridad interior y un estricto control fronterizo, que hoy intentan emular muchos países occidentales. Por su potenciación del deporte y el desarrollo de grandes torneos, no escapa a la elección de nuestras estrellas. Pienso que no es el sitio ideal para vivir. En especial si se considera el marco autoritario que caracteriza a los EAU. Por lo demás como al resto de estados miembros de la zona y la mayoría de los países del mundo ajenos a la cultura occidental.

Desconozco las presiones que el Gobierno haya podido realizar a la Casa Real para que el desenlace haya sido esta salida, aunque sea «temporal», del Rey Juan Carlos I. Aunque maximizando al mismo tiempo discreción, seguridad y costes económicos públicos, no habrá resultado complicado al Rey emérito la elección de este potencial lugar de destino, tan discreto y al tiempo tan efectivamente seguro por su nivel de relaciones.

Puestos a desear, más consustancial y áulico hubiera resultado un retiro regio al Monasterio de Yuste (sic) si se trataba de expiar sus posibles -y no probados- muchos o pocos pecados. En todo caso, el coste económico para el conjunto de nuestro país será importante si todo este sinsentido, con reminiscencias a periodos de nuestro peor pasado, no se corrige pronto. El ataque a su dignidad nos afecta a todos y a más de cuarenta años de la historia económica, constitucional y política de España. Máxime cuando, al margen de cuestiones morales y personales, el balance global de su reinado entre aciertos y errores ha sido tan claramente positivo que le hace acreedor de un gran homenaje de desagravio.

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Javier Morillas es director del Centro de Economía Política y Regulación-IED-CEU