Visto y no visto
Año Nuevo
La ausencia de libertad, y esto lo vio Custine, engendra la soledad y expande la tristeza. La Rusia de Custine es el globalismo, con sus mascarillas de quita y pon
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Iniciar sesiónOscuro, como el reinado de Witiza, se nos viene el 2021. La España liberalia que quería Ortega («una España feliz, honrada, liberal, libre de fanáticos del uno y del otro extremo»…) anda con la mosca de la profecía de Lenin, en 1920, ante el congreso ... de la Komintern:
-Yo afirmo, y la Historia me dará la razón, que el segundo país de Europa que establecerá la dictadura del proletariado será, desde luego, España.
De momento, asistimos a la dictadura de los jetáceos, que cuentan con un público de fidelidad perruna. Para el marqués de Custine, a quien habrá que dedicarle mucho tiempo para entender España, la facultad de elegir un amo (la facultad de hacer lo menos indigna que se pueda la obediencia) es la única que puede dar un valor a la fidelidad.
-Ahora bien, como en Rusia un inferior no elige nada, todo cuanto hace y dice no tiene ningún sentido ni ningún valor.
La ausencia de libertad, y esto también lo vio Custine antes que nosotros, engendra la soledad y expande la tristeza. La Rusia de Custine es hoy el globalismo, con sus mascarillas de quita y pon (el hipócrita era un hombre que se enmascaraba para representar una comedia). El Efecto 2000 ha resultado ser el Gran Reinicio, que va de las máquinas de votar de Sleepy Joe al apedreamiento tuitero a Van Morrison y Eric Clapton por ponerse a cantar «Do you wanna be a free man / Or do you wanna be a slave? I just wanna do my job / Playing the blues for friends» contra el confinamiento.
-Van Morrison y Eric Clapton, ambos de 75 años y con alto riesgo de Covid, colaboran en la vía antibloqueo -se chivaron los membrillos de «Vanity Fair».
Como a Custine, ver a estos autómatas voluntarios infunde miedo: «Hay algo de sobrenatural en un individuo reducido al estado de objeto mecánico».
Incluso Twitter hubo de eliminar la «humorada» de un cabestro de nuestra época que creyó gracioso jugar con la muerte, al caer por una ventana, del hijo de Eric Clapton, y todo porque el padre canta «Do you wanna be a free man?».
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