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Los Juegos Olímpicos, ese horror

Sinceramente no lo entiendo. A mí me parece un espectáculo denigrante y desde luego lo menos progresista y lo más retrógrado que se pueda uno imaginar

Kyo Don In (azul) de Corea del Sur combate contra Dejan Georgievski (rojo) de Macedonia EFE
Ignacio Marco-Gardoqui

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Se habrá dado cuenta de que llevamos días inmersos en esa obscena exaltación del sudor que son las olimpiadas. Los periódicos abrimos las ediciones con ellas y las televisiones y las radios ocupan horas y horas con el frenesí de las carreras y el fragor ... de los combates en pos de unas medallas. Sinceramente no lo entiendo. A mí me parece un espectáculo denigrante y desde luego lo menos progresista y lo más retrógrado que se pueda uno imaginar. Vamos a ver, ya de entrada el sistema de clasificación es clasista pues favorece a los de arriba, a los fuertes, a los rápidos y a los altos y perjudica claramente a los de abajo a los débiles, a los torpes y a los lentos. ¡Qué disgusto tendrá nuestro inefable ministro de Universidades el señor Castells a quien tanto repele el sistema de aprobados/suspensos. Esto es peor, pues solo aprueban tres, los demás van directamente al olvido.

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