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Una raya en el agua

Sospechosa habitual

El desempeño de la Fiscalía como «longa manus» del Gobierno ha pasado de anomalía jurídica a simple hábito rutinario

Ignacio Camacho

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Una de las características del sanchismo es la de convertir la anomalía institucional en un hecho rutinario que a base de repetición termina formando parte del paisaje político cotidiano. El objetivo es de estandarizar la irregularidad hasta que los ciudadanos la interioricen como un hecho ... natural o lógico y en vez de llamarse a escándalo se acostumbren a ella por puro cansancio. Es lo que está empezando a suceder con la Fiscalía General, cuyo desempeño como un Ministerio más, como una longa manus del Gabinete en el poder judicial ha dejado de constituir una desviación jurídica para transformarse en un hábito. No hay causa en la que el interés gubernamental se vea afectado sin que la antigua titular de Justicia imponga a sus subordinados una interpretación abusiva del principio jerárquico que los convierte de facto y con el mayor desparpajo en mera prolongación instrumental de la Abogacía del Estado.

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