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Luz de curce

El Rey solo

Pensado y decidido para construir alrededor de la Corona un cortafuegos, el «destierro» de Juan Carlos deja a Felipe VI solo y en situación de creciente aislamiento. La presión ejercida por el Gobierno demuestra que el Rey no tiene ahora mismo el control completo de sus tiempos

Ignacio Camacho

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Era una medida irremediable que difícilmente servirá de remedio. Si acaso, como una forma de comprar tiempo, una tregua para facilitar a la Corona, como dice el comunicado oficial, un cierto sosiego. Pero el exilio, que de eso se trata, no detendrá la montería política ... porque la pieza que los cazadores quieren cobrar no es el Rey Emérito. Y tampoco va a colar que se trata de una decisión propia porque el Gobierno se ha encargado de difundir sus presiones a los cuatro vientos. Es un desahucio que el propio Gabinete ha vinculado, con inaceptable frivolidad, a su necesidad de aplacar a los socios republicanos en la negociación de los presupuestos. Es decir, a un asunto de sesgo oportunista y de mero interés doméstico en el que ha involucrado la estabilidad del sistema que encarna la figura de Felipe VI.

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