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Una raya en el agua

Palinodia de un «huérfano»

«No me veo votando a otros, pero para ser sincero ya no sé si soy de los míos. No me reconozco en este partido»

Ignacio Camacho

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Cuando Sánchez ganó las primarias del PSOE, un veterano exdirigente me dijo que era «la peor noticia política para España en lo que va de siglo». Le pregunté por qué y respondió que «porque Pedro está en el PSOE pero no es del partido, sólo ... de sí mismo, y va a convertir un pilar del constitucionalismo en una plataforma populista a su propio servicio». Lo hemos recordado al encontrarnos en una calle sevillana, embozados en la mascarilla que estos días protege también de los primeros fríos, y no ha hecho falta que le pregunte para que saque a relucir su decepción -«la orfandad ésa que dice Felipe»- tras el pacto con ERC y Bildu. «A mi edad no me veo votando a otras siglas, pero para serte sincero ya no sé si soy de los míos. O más bien te diría que no me reconozco en este desvarío. El PSOE en el que yo he militado, y conste que aún milito, era un estabilizador social, una organización que con todos sus vicios era capaz de responder a sus compromisos y sobre todo de ofrecer a la gente un proyecto colectivo. Y ahora la alianza con Podemos nos ha convertido, por razones que no alcanzo a comprender, y si las comprendo es peor, en un artefacto vacío de ideas y de principios que actúa como una especie de lanzadera del independentismo. Entiendo los pactos porque no hay mayoría, pero estoy sorprendido de que el rumbo del Gobierno lo marque un hato de ventajistas sin más objetivo que el de cargarse el régimen que nosotros construimos».

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