Suscribete a
ABC Premium

cambio de guardia

Pasaron ya dos años

¿Retornará el mundo perdido? No seamos infantiles. Nada retorna nunca

Gabriel Albiac

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Todos los hombres creen su mundo invulnerable. Es una protección, sin la cual nadie soportaría el correr del tiempo; ése, imprevisible, cuyo desasosiego tiñe el venerable tópico que sella en los relojes la huida de las horas: ‘Todas hieren, la última mata’. Del malestar de ... vivir en esa inquieta certeza, parece destinada a salvarnos la escenografía de un mundo inamovible en torno nuestro: pasaremos nosotros y él seguirá siendo igual, nos decimos. Y es mentira. Nada, en el fluir del río heraclíteo, es ni más ni menos efímero que nada. Pasajeros perpetuos de lo fugaz, no nos es dado sospechar siquiera el vértigo de su deriva: y a lo efímero damos nombre de eterno.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia