Cambio de guardia
Las nieves de antaño
¿A cuántos de los que nos precedieron hemos almacenado en limbos transitorios entre vida y muerte?
Sabían los griegos que envejecer es triste: lo más triste. Y no se lo ocultaban. Saberlo les imponía honrar a sus mayores: en el honor de esos ancianos veía cada guerrero, aqueo como troyano, la raíz de su propio honor, de su ‘areté’, su excelencia. ...
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