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El fin de la «flotilla de la libertad»

Aunque moleste a los podemitas judeófobos, Israel sigue siendo el mejor aliado de Occidente

Ramón Pérez-Maura

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Después de días sufriendo la desinformación habitual sobre las circunstancias de la «Flotilla de la Libertad», que se puso ese nombre para realizar una misión de agresión a Israel y garantizarse los titulares en los medios de comunicación cuando fueran detenidos, el jueves pasado tuvimos ... la explicación perfecta de a quién están ayudando esos «voluntarios» internacionales. Durante meses, los agitadores de la flotilla han recorrido las costas europeas haciendo su propaganda en favor de los terroristas de Gaza. Partieron de Bergen, Noruega, el 30 de abril. Según su propia valoración, el material que llevaban costaba entre 10.000 y 15.000 euros. Y para eso fletan un barco en la otra punta de Europa. La falta de sentido común en la operación logística es la mejor prueba de que aquí no había ninguna intención humanitaria. Éste no es más que un perfecto ejemplo de propaganda política para ser comprada por los periodistas becarios que están haciendo sus primeros pinitos profesionales en verano.

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