Una extraña prioridad
La presidenta del Congreso, Ana Pastor, y el del PP, Pablo Casado, sí han acudido a la toma de posesión del nuevo presidente de Colombia
«Quiero subrayar la importancia que el nuevo Gobierno dará a Iberoamérica. Vamos a seguir perfeccionando esta Comunidad que formamos compartiendo objetivos y valores, en especial el intercambio de nuestras sociedades civiles en todos sus ámbitos». El pasado 17 de julio, Pedro Sánchez se comprometía en el Congreso a poner a Iberoamérica en la hoja de ruta preferente de la acción exterior de su acción de gobierno. Hace cuatro días, fuentes de La Moncloa reiteraban que «Iberoamérica es una clara prioridad del nuevo Gobierno», más bonito que un San Luis, tanto que hasta tiene un astronauta. Hasta ahí las palabras...
Pues se trata de una extraña prioridad toda vez que a la toma de posesión del nuevo presidente de Colombia, el conservador Iván Duque, Sánchez se conforma con enviar al secretario de Estado Juan Pablo de Laiglesia, alegando seguramente que a finales de mes él tiene previsto incluir Bogotá en su gira por esa región. Bien está que Sánchez no esté cada dos por tres en la Casa de Nariño (sede de la Presidencia colombiana) visitando a Duque, al que tampoco es necesario castigar con la monserga buenista del sanchismo, que a más de uno puede quitarle la afición. Pero ¿y su ministro de Exteriores? ¿Qué apretadísima agenda tiene estos días José Borrell para no acudir a Colombia?
Acudamos a la página oficial del Ministerio que todos los días incluye «las principales actividades en las que participará el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, en los próximos días». Extrañamente no aparece nada. Hay que remontarse al 1 de agosto para encontrar en «el Ministerio informa» la nota que indica que Borrell asistió a la toma de posesión del poeta García Montero como director del Instituto Cervantes. Con la izquierda hemos topado...
La presidenta del Congreso, Ana Pastor, y el del PP, Pablo Casado, sí han acudido a la toma de posesión del nuevo presidente de Colombia, donde España es el cuarto inversor mundial y donde los lazos afectivos son seculares por razones históricas que siempre vienen al caso. Sánchez no manda a su ministro. Seguramente, Andrés Manuel López Obrador, el «mesías» de la izquierda mexicana, tendrá mucha más suerte en el elenco cuando sea investido presidente a finales de año, siempre y cuando Sánchez siga para entonces en La Moncloa «subrayando prioridades».
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