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Periodismo a la carta

Esta izquierda, y así lo demuestran tanto Sánchez como Iglesias, detesta a los periodistas libres porque solo quiere bolcheviques informativos. Los tics dictatoriales crecen

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La idea de la Secretaría de Estado de Comunicación de organizar reuniones informativas, seleccionando para ello exclusivamente a medios ideológicamente afines, no es un error de cálculo ni puede ser achacable a la mentira de que los protocolos anti-Covid impiden convocar a decenas de ... periodistas a la vez. En absoluto. Eso es un premeditado insulto a la inteligencia. Tampoco es un error atribuible al secretario de Estado de Comunicación, que a todos los efectos es un cargo perfectamente irrelevante en la toma de decisiones. El veto a medios de comunicación concretos y específicos, entre ellos ABC o la Cope por ejemplo, es una decisión política profundamente antidemocrática de la que solo tiene culpa el presidente del Gobierno. Los ejecutores de esa política no son estrategas de nada. Son solo sumisos cargos públicos pagados por todos los españoles, con un sueldo condicionado por la obediencia debida, y al servicio de un nuevo cesarismo contra libertades esenciales como las de información y expresión. El Gobierno no quiere una prensa libre, sino adeptos militantes de su causa que difundan exclusivamente lo que él quiere a mayor gloria de su gestión. Y no hay nada menos progresista, más reaccionario, y más despreciativo.

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