Suscribete a
ABC Premium

Editorial

Miseria moral contra las víctimas

Algo enfermizo sigue aquejando a nuestra sociedad cuando todavía hay instituciones que permanecen impasibles mientras se blanquea a un criminal que, además, se alegra de serlo

Editorial ABC

Esta funcionalidad es sólo para registrados

SARE, la organización convocante de la marcha a favor del sanguinario etarra Henri Parot, reculó ayer por la presión de las asociaciones de víctimas de ETA y de la opinión pública, y decidió llamar a sus seguidores a participar en concentraciones que tendrán lugar hoy ... en diversas localidades vascas. No se trata de un acto de arrepentimiento, sino de un reconocimiento explícito de que realmente persiste en su idea de homenajear a un asesino en serie, pero con otro formato igual de humillante. El cambio de formato es solo un repliegue táctico, una impostura teatral, y hoy los simpatizantes de este criminal se manifestarán con el cínico mensaje «No a la cadena perpetua. Derechos humanos, convivencia y resolución». La idea de los convocantes responde a una visión inmoral y cómplice de la violencia terrorista de ETA, de manera que Parot sería actualmente víctima de una condena injusta. Parot está condenado a más de cuatro mil años de cárcel y si lleva ya treinta y uno, más otros ocho que le faltan para cumplir el máximo legal, es porque no ha dejado de ser un terrorista convencido de su maldad ni un solo día de su vida. El hecho de que un sujeto con semejante historial tenga prevista la fecha de su excarcelación -en 2029- demuestra la benevolencia del sistema penal español con quien nunca se ha arrepentido, no ha resarcido a sus víctimas, ni ha pedido perdón. Que alguien hable de «cadenas perpetuas» a personas que perpetuamente no podrán ver más a sus familiares asesinados no deja de ser un doloroso sarcasmo. Para defender los derechos humanos, para asegurar la convivencia y para resolver el terrorismo, Parot tiene que seguir en prisión hasta el último día de su condena porque no solo no ha sido víctima de una injusticia, sino que tendría que dar gracias de vivir en una democraia que le permitirá algún día salir de prisión pese a ser uno de los asesinos más crueles de nuestra historia.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia