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Corrupción y política

FINALMENTE, todos iguales, los del PP, los del PSOE, los nacionalistas. Todos esposados, todos en la cárcel, todos acusados de prevaricación, cohecho, blanqueo de capitales y delitos por el estilo. ¿Contentos? Hombre, lo que se dice contentos, no. Sólo satisfechos de que algunos de los ... que se dedicaban a tan deshonestas actividades tengan que dar cuenta de ellas. Pero hay demasiados agujeros en esa satisfacción para sentirse contento. El primero, el tiempo en que tardó en actuarse. El caso Pretoria venía investigándose desde 2001 y sólo ahora sale a la luz. Luego, que hubiera sido denunciado sin tenerse en cuenta, y haya tenido que ser la Audiencia Nacional quien se hiciera cargo del mismo. Por último, la proliferación de casos por el estilo en todas las comunidades y todos los grandes partidos, sin que haya que ser malpensado para imaginar que los pequeños se libran por no tener oportunidades, pues en cuanto se unen a los grandes, participan en las fechorías. Estamos descubriendo sólo lo que hay debajo de una esquina de la manta de que hablaba Pujol. ¿Sabremos algún día lo que se «afanó» en la Barcelona olímpica y en la Feria Mundial de Sevilla?

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