Suscribete a
ABC Premium

Editorial

El constitucionalismo, en depresión

La campaña electoral catalana más atípica se cierra con un pronóstico incierto y con pésimas expectativas para partidos defensores de la Constitución como Ciudadanos y el PP. La fractura volverá a castigar al centro-derecha

ABC

Anoche se cerró la campaña electoral catalana más atípica de la democracia. La judicialización de su fecha de celebración, la arbitraria excarcelación de líderes separatistas para campar libremente por los mítines, o la sustitución del ministro de Sanidad en plena tercera ola de una pandemia ... que promete aumentar la abstención, convierten el resultado de estas elecciones en muy incierto. Con todo, lo más preocupante para la salud democrática de Cataluña a partir de ahora es el previsible desinflamiento de los partidos constitucionalistas, inmersos en una profunda depresión y con expectativas muy a la baja. Ciudadanos, que ganó las últimas elecciones con Inés Arrimadas -ni siquiera amagó con gobernar-, ha visto desnaturalizado su proyecto. No goza del empuje y la movilización de años atrás y los sondeos les penalizan hasta solo una decena de escaños. A su vez, el PP está a la espera de que Vox no le supere en escaños una vez que parece garantizado su acceso al Parlament. Sería demoledor para el PP, un partido con vocación de gobernar España, porque una presencia residual tanto en el País Vasco como en Cataluña le dificulta todo sobremanera. Vox, por su parte, ha vivido una campaña de agresiones a sus líderes impropia de cualquier democracia. Ya los sufrieron en el pasado dirigentes del PP y de Ciudadanos, acosados en mítines, en sus sedes, en negocios de familiares, y hasta en sus domicilios.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia