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Yo confieso

Sí, claro que sí a la huelga contra el machismo, pero sin que me utilicen

Mayte Alcaraz

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En mi casa nadie me ha tratado peor que a mis hermanos. He ido a un colegio mixto, público y con profesores exigentes. Pero ninguno de ellos me marginó por no ser niño. Si había que castigarnos, las penas eran repartidas en función del alcance ... de la avería (léase pellas, chuletas o cuchichear en clase, a esto último yo era muy dada) y no de mi género. Luego pasé a hacer Bachillerato. Allí tampoco el cromosoma XX me hizo acreedora de reproches especiales. Es más, los profesores empezaron a percibir que, en términos generales, las chicas éramos más estudiosas que ellos. No los he contado, pero creo que tengo tantos amigos como amigas. En la urbanización, el jardinero es un parlanchín con podadora y la señora de la limpieza un monumento a la prudencia. Toda una impugnación a los clichés al uso.

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