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Editorial

Casado, en la encrucijada

Al PP le sobra tacticismo coyuntural y le falta consagrar una estrategia global compatible con la visión de España que tienen los votantes de Vox y los aún afines a Ciudadanos

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La primera reacción drástica del PP a los pésimos resultados obtenidos en las elecciones catalanas ha sido anunciar que abandonará la actual sede nacional del partido para mudarse a un nuevo edificio como símbolo de ruptura con el pasado. La segunda, convocar una convención nacional ... que revise todos los errores cometidos y, sobre todo, que apruebe una nueva estrategia refundacional para recuperar los millones de votos perdidos que en su día recayeron en Ciudadanos, y ahora en Vox. Detener la sangría es una necesidad tan imperativa para el PP como hacer una profunda reflexión autocrítica -que ayer Pablo Casado eludió-, porque sus esfuerzos para liderar con solvencia el centro-derecha han sido lastrados por todo tipo de bandazos. Las relaciones entre el PP y Vox están rotas, y Casado apenas recupera votantes de Ciudadanos.

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