Suscribete a
ABC Premium

Se busca a Luis el Cabrón

LOS marianistas están que no duermen, presos de una obsesión conspirativa, y en la vigilia brumosa del insomnio se les aparece, con el perfil inquietante y sombrío de un aguafuerte goyesco, el difuso fantasma de Luis el Cabrón. Así llamaban los corruptos de la Gürtel, ... en las notas de su pringosa contabilidad paralela, a uno de los recipiendarios de dinero sospechoso, a quien el juez Garzón adjudicó en el «dramatis personae» del sumario la identidad civil de Luis Bárcenas. A estas alturas nadie duda en el PP de que se trate del susodicho, quizá porque en efecto lo consideran un cabrón con patas como los que se aparecían en los akelarres de las brujas, dispuesto a fastidiarle al partido el pasodoble de la euforia. Sólo Bárcenas, que desde luego no ganará concursos de simpatía, rebate con denuedo su ominoso remoquete y se dice dispuesto a encontrar, como el conde de Montecristo, al verdadero culpable. Incluso cree haberlo hallado en la personalidad de cierto intermediario de Madrid habitual de los tejemanejes financieros; también sostiene que él no es el L.B. de los apuntes de Correa y sus muchachos, y busca indicios de otro empresario con nombre de pintor flamenco para preparar su defensa en torno al principio de la duda razonable.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia