Objetivo: reinventar el futuro

Desde ABC estamos convencidos del valor que tiene la voluntad propositiva de abrir diálogos en la sociedad a favor de ese relanzamiento. Es más, creemos que existe una oportunidad cierta de hacer más, nuevas y mejores cosas que hasta ahora. Para ello, también creemos que es fundamental poner en valor lo bueno que ya tenemos: la estabilidad y la confianza que nuestro país genera, gracias a un sistema democrático donde instituciones diversas se convierten en las piedras sillares de un sistema que ha funcionado muy bien hasta ahora. Me parece fundamental dejar esto claro. Con frecuencia se invocan expresiones como «tránsito a un mundo mejor», algo que todos deseamos, pero no desde un adanismo inquietante y casi siempre fallido.

Partiendo, por tanto, de lo que ya tenemos y sabemos suena la hora desde el rigor científico y económico de repensar muchos aspectos de la sociedad española. En gran medida porque el futuro, que siempre es ilusionante, posee en sí mismo una incertidumbre que nos genera inseguridad. Es incluso más claro que debemos unir fuerzas para protegernos de lo desconocido. Pero nada de eso podemos hacerlo de espaldas a quien piensa, a quien genera riqueza, a quien nos ayuda a disfrutar de la estabilidad. Hay que pensar, planificar y ejecutar con determinación, lo más unidos posible. Tenemos que anticiparnos. Si lo analizamos con frialdad, deberíamos concluir que en esta especie de reedición de la decadencia de Occidente, se nos está ofreciendo una nueva coyuntura para hacer ese tránsito hacia un mundo sostenible, donde el hombre, siendo libre, sea responsable y consciente de sus limitaciones.

Para alcanzar un objetivo tan noble, tan aparentemente sencillo, y sin embargo tan ambicioso, se requiere la mayor aportación de talento. Desde este diario, con la humildad de un producto tan perecedero como el nuestro, queremos abrir el debate, proponerle al lector una reflexión acerca de todo lo que se debe hacer en el corto y medio plazo para que España sea mejor tras la crisis del Covid. Pandemia que todavía está con nosotros y que no sabemos por dónde puede derrotar.

Nuestra obligación es ser críticos con el poder, y sobre todo cuando este se ejerce de manera tan grosera como lo hace un Gobierno sustentado en muchas minorías pero no respaldado por una gran mayoría social. Esa es nuestra obligación, pero junto a ella, también estamos impelidos a hacer propuestas en positivo. Esta iniciativa editorial del ABC de hoy es una de esas obligaciones que cumplimos con sumo gusto. Los medios de comunicación informamos, documentamos, comentamos, valoramos y también podemos proponer. Es lo que hoy tiene el lector en sus manos: una propuesta, a la que han contribuido desde científicos a economistas, desde políticos a presidentes de bancos. Muchas de estas iniciativas se quedarán en el terreno desértico de la infertilidad social e intelectual, pero el mero hecho de pensar en ello nos ayuda a buscar estas y otras soluciones. España, por tanto, no ha de ser reconstruida; ha de ser relanzada. Es la obligación moral de todos nosotros. Por ABC que no quede.