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Hermann Tertsch

La batasunización de España

En Cataluña todos saben que ser defensor de la ley, la Constitución y España solo genera problemas

Hermann Tertsch

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El vídeo de la agresión de un grupo de hombres a dos mujeres en plena calle de Barcelona es un testimonio terrorífico. De violencia y de la miseria moral que atenaza ya a España y que nos puede hacer abrir pronto nuevas páginas negras de nuestra historia. El deterioro de la convivencia, debido tanto a un nefasto y pertinaz mensaje cultural antiespañol de décadas como a la subcultura de la impunidad, es general en toda España. Y en algunas regiones como Cataluña alcanza ya una virulencia amenazante y nauseabunda. Hay algo aún más terrible que la escena de cuatro hombres adultos dando una paliza a dos mujeres indefensas por puro odio a una bandera. Y es la imagen de esa paliza mientras decenas de viandantes y curiosos asisten al espectáculo sin el mínimo ademán por intervenir. ¿Qué ha sido de esta sociedad española que hace aún un cuarto de siglo tenía cierto código de honor? ¿Cómo gente adulta y sana, que se considera decente, puede pasar de largo cuando dos hombres pegan a una mujer en el suelo en plena calle? Sigamos preguntando. ¿Cómo es posible que aún hoy la candidata socialista Meritxell Batet no haya condenado la agresión? Aunque quizá sea más repugnante aún que los futbolistas de la selección no hayan dicho nada. ¿Y ha dicho algo el seleccionador, el I marqués de Del Bosque? Pues no. Los agresores sí: «Putas españolas, iros de aquí, os vamos a matar». En la frase está todo. El odio a lo español se convierte en vocación de limpieza étnica. Se enfadan los separatistas cuando les llaman nazis. Pero se esfuerzan todos los días por imitarlos mejor.

La clave está en el grito de guerra. Con ese « Putas españolas, iros de aquí, os vamos a matar », los agresores dejaban claro quiénes eran ellos y que forman parte del bando impune. Ahí está una de las claves del éxito del separatismo. Porque los gobiernos nacionales, presos del síndrome del antifranquismo, se han revelado incapaces de defender nada que hubiera defendido el régimen anterior, por bueno, valioso, decente y necesario que fuera. En Cataluña todos saben que ser defensor de la ley, la Constitución y España solo genera problemas, represalias y sinsabores. Mientras los que se declaran enemigos de la Constitución, las leyes y España saben que pueden contar con ventajas profesionales y favores. Y gozan de una perfecta impunidad que les otorga la falta de músculo moral de los gobernantes, que es, como la de los testigos de la paliza de las mujeres, pura metáfora de la quiebra moral. Pero estamos ya en otra fase. El proceso de batasunización de Cataluña que se ha consumado con la dependencia institucional de los filoterroristas de ERC y la CUP ha saltado a todo el territorio nacional. Con el puente de plata a las instituciones que socialistas, en pleno naufragio, y el Gobierno actual han construido para los neocomunistas de Podemos, se batasuniza todo el mensaje de la izquierda. Y como no tiene enfrente nada más que la permanencia de Rajoy, se ha batasunizado de hecho media España. Desde Cádiz a Ferrol o Gerona. La ley ha sido derrotada por la política. La impunidad del matonismo izquierdista, con la complicidad de las instituciones que domina, ya refleja en toda España esa supremacía violenta de que goza el separatismo en Cataluña. Los triunfadores avanzan por las instituciones. Sin nadie ya que los deslegitime. Ganan a diario la batalla de las ideas, porque son los únicos que esgrimen alguna, aunque sea demencial. Con lo que ganan los votos. Son nuestros matones batasunos de toda España. Y cuando les disguste algo harán hablar la calle.

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