De Astérix a los Reyes Católicos

Ya verás cuando los socios de la estrella Michelin se enteren de la pócima de Panorámix o cuando los defensores de los animales sepan de Idéfix; cuando los músicos escuchen a Asurancetúrix o cuando Irene Montero vea la figura de Falbalá. No quiero ni pensar la que se va a montar cuando el ministro Garzón se entere de los banquetes de jabalí organizados por Abraracúrcix.

¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Cómo hemos podido salir más o menos normales? ¿Cómo nos hemos hecho mujeres y hombres, madres y padres decentes, demócratas, solidarios e igualitarios habiendo leído a Astérix y Obélix o habiendo nacido en la España que previeron Isabel y Fernando?

Sugiero que derrumben el anfiteatro de Tarragona (por aquello del emperador de Roma), que tapen con un pareo a ‘La maja desnuda’ y que eliminen a las infantas de ‘Las meninas’. Que arranquen las páginas más ‘machistas’ del Tenorio y, por supuesto, que quemen el ‘Llanto por Ignacio Sánchez Mejías’ de Lorca. Es más... que cubran los pechos de la ‘Joven veneciana’ de Tintoretto y que lancen a la hoguera todas las copias de la ‘Sonatina’ de Rubén Darío por aquello de «La princesa está triste, ¿qué tendrá la princesa? Los suspiros se escapan de su boca de fresa...».

PD: Ya puestos... Idea para Ada Colau, Rufián y para los socialistas catalanes: si borran del callejero el ‘carrer dels Reis Catolics’ por católicos, les propongo que eliminen las sedes de Cáritas, las colas del hambre en las parroquias catalanas y los comedores sociales cristianos.

¿Cuántos perroflautas (y perraflautas) acogerían a los hambrientos, refugiados e inmigrantes? ¿Cuántos progresistas y reformistas (como Puigdemont o las que huyeron a Suiza) están dispuestos a sustituir a los voluntarios de Cáritas?