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bala perdida

Caniches con cursillo

El perro es, hoy, el nuevo bebé

Ángel Antonio Herrera

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Como Ayuso y Casado tienen en un atasco todos los telediarios, se nos orilla una novedad de alcance, la Ley de Protección Animal, que se ultimó el viernes. Habrá dos años de prisión para el maltrato, si deviene mortal, y se anuncia un curso preceptivo ... para la tenencia de perros. De modo que los perros ya vienen con manual de instrucciones. Y a esto iba yo. El manual está aún por redactarse, aunque intuimos que incluirá un abecedario pedagógico que va a servir para poco o nada, porque quien no merezca un perro no lo merecerá cuando le lean la normativa y rellene dos impresos. El perro es honrado, arriesgó un clásico, pero quizá el hombre no, o no tanto, y esto parece querer remediarlo la nueva ley, vía cursillo, que es un entretenimiento administrativo que suele apreciarse mucho en Unidas Podemos, donde enseguida te colocan un pliego de cátedra para el niño que se supone todos llevamos dentro. El maltrato animal es intolerable, obviamente, como todo maltrato, pero igual no procede hacerle perder el tiempo a un dueño hipotético de un galgo, para que sepa lo que él mismo va pretendiendo: con ese perro, tan buscado, aumenta la familia.

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