La alberca
El presidente 'Mr. Bean'
Sánchez borda el papel de mimo patoso que lo rompe todo a su paso
El Coyote, Maggie Simpson, Charlot, Snoopy, la Pantera Rosa, Pinky en ‘Sopa de ganso’... Pedro Sánchez podría pasar por cualquiera de ellos en su sainete con Podemos. Qué meritazo. No es fácil ser el protagonista de una historia sin apenas texto en el guion y ... el presidente del Gobierno está bordando ese papel de mimo, aunque cuesta decidir en quién se inspira. Lo más cómodo en esta analogía sería recurrir a ‘El gran dictador’ para encomiar la lucha del Gobierno contra el fascismo porque esa es la primera película en la que Chaplin habló después de un largo tiempo de silencio, pero sería una comparación facilona. Descartada. Podría valer también Harpo Marx en cualquiera de sus enredos, pero también es un recurso muy manido. Tampoco sirve la pequeña de los Simpson porque a Sánchez se le puede acusar de muchas cosas, pero no de chuparse el dedo. Si acaso, la mudez sobreactuada del presidente podría ser una mezcla de la torpeza conspicua de la Pantera Rosa y de la pillería suertuda del Coyote. Porque callar no es sinónimo de quedarse quieto y el reparto aquí parece claro: Pedro Sánchez actúa mientras sus camaradas Iglesias y Echenique hablan.
Si se analiza con la malicia que exige ponerse en su lugar, la jugada es magistral. Él deja que sus socios se achicharren con declaraciones asnales sobre todo aquello que la gente normal detesta: las pedradas a los policías, los raperos cuadrúpedos, los etarras, los golpistas, los prófugos independentistas, la libertad de los medios de comunicación... En fin, cualquiera de las ocurrencias que tienen en la pajarera estos pijos que hacen la revolución desde la tumbona del chalé. Y habla sólo al final de la trama para subrayar perogrulladas: «La violencia es un ataque a la democracia». ¡Tócate los...! En fin. Si consigue que España llegue viva a la próxima cita con las urnas -esta es la parte menos trabajada del plan-, su dramático silencio habrá sido vital para quedarse con todos los votos de sus amigos. Así que ya lo tengo claro. El presidente es ‘Mr. Bean’. Un mudo que, pese a romperlo todo, en todas las películas acaba triunfando.
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