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Aborto

LA perspectiva de la ampliación de la ley del aborto ha desencadenado, como no podía ser menos, una bronca de las de no te menees, que era lo que el Gobierno andaba buscando para apantallar en lo posible la crisis económica. En este asunto, la ... búsqueda de posiciones centradas y razonables parece una tarea destinada al fracaso. Vaya, pues, por delante que no pretendo nada por el estilo. Está claro que los supuestos de despenalización vigentes hasta ahora no concitaban la conformidad de un sector de la ciudadanía, que sigue y seguirá oponiéndose al aborto bajo cualquier supuesto, pero tampoco amenazaban con convertirse en motivo de disenso y movilización constante, ni en pretexto para que algunas de las mejores cabezas de este país se pusieran a desbarrar. La situación creada por los proyectos de la miembra más estúpida del gabinete no tiene nada de divertida, y, personalmente, me resulta penoso ver a personas que admiro defender tesis como el derecho a no nacer que, en su opinión, asiste a quienes no serían bien recibidos por sus progenitores.

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