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El chavismo toma Caracas en ausencia de su caudillo

Fiesta del recuerdo y la trampa

Ni estaba ni se le esperaba, pero, con la venia del Tribunal Supremo, la fiesta de Chávez se celebró según el guión previsto. El ambiente previo de funeral dio paso a la verbena en una Venezuela que, por el camino de en medio, ha encontrado ... la fórmula de prolongar, por encima de la ley -papel mojado para un régimen construido a la medida de quien debutó como golpista-, el mandato de su caudillo. Portando carteles de su líder y estampas religiosas, entre vítores y rezos, la marea roja del chavismo volvió a tomar Caracas, escenario de una manifestación con regusto amargo. Pese al accidente de autobús que dejó once muertos entre los fieles que se dirigían a Caracas, la fiesta siguió su curso y concluyó frente al palacio de Miraflores, solemne escenario de algunas de las mejores actuaciones de Chávez, ayer ausente y cuya figura política mantiene con respirador artificial un régimen, también herido, que trata de vivir del recuerdo y la trampa.

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