Stellantis Vigo comienza la producción en serie del primer vehículo para Fiat

Según informó la compañía a través de un comunicado, las primeras unidades del Fiat Doblò corresponden a la versión 100% eléctrica, «respondiendo al compromiso de Stellantis con la movilidad sostenible y eléctrica». Las baterías que se colocan al nuevo modelo se ensamblan también en el taller de baterías de la planta de Balaídos. La producción diaria del Fiat Doblò, informa la compañía, irá aumentando gradualmente hasta alcanzar, en octubre de este año, las 220 unidades al día, que es la cadencia máxima programada. «Estamos muy orgullosos de esta nueva industrialización que hará crecer nuestro volumen de producción, la de nuestros proveedores, y apuntalará nuestro saber hacer en la fabricación de este tipo de vehículos», celebró el director de la factoría de Balaídos, Ignacio Bueno. Tras dar la «bienvenida» a la Doblò, remarcó que el nuevo modelo viene a «agrandar» la oferta de la fábrica en utilitarios ligeros, con sus versiones térmicas y 100 % eléctricas.

Los Fiat Doblò y E-Doblò compartirán la plataforma EMP2 que ya se usa para ensamblar las furgonetas de las marcas Citroën, Peugeot y Opel/Vauxhall producidas en Stellantis Vigo en la línea 2 de Montaje. Todas ellas, pertenecientes a lo que se conoce como proyecto K9, son prácticamente iguales en sus elementos esenciales y lo que varía fundamentalmente es el exterior.

La producción de la Doblò tendrá un efecto tractor en la automoción viguesa. «Los componentes específicos y distintivos de los nuevos modelos Fiat se han integrado en el tejido productivo de los proveedores actuales de la familia K9 (furgonetas)», explicó el grupo Stellantis.

La Doblò es el último modelo que se incorpora a las líneas de Balaídos después de que en el año 2019 se iniciase la producción del Peugeot 2008. Un poco antes había empezado el ensamblaje de las furgonetas para Citroën, Peugeot y Opel. Las dudas se ciernen ahora sobre si en el futuro, desde París, se adjudicarán nuevos vehículos a la factoría viguesa, una de las de mayor volumen de producción de todo el grupo. Stellantis no prevé adaptar la fábrica para la construcción de nuevos modelos hasta dentro de unos años. Es lo que se conoce, en el argot automovilístico, como la implantación de la plataforma. La reforma para empezar a producir los últimos modelos supuso una inversión de alrededor de 650 millones de euros.

La consecución de fondos europeos Next Generation podría dar un espaldarazo para que la planta fuese una buena candidata dentro del grupo para la adjudicación. Pero Stellantis Vigo se ha quedado prácticamente fuera del PERTE de la automoción que ha sacado el Gobierno central por una cuestión de plazos. En 2025 deben estar las inversiones ejecutadas. A Stellantis le interesaría que la fecha límite se extendiese hasta 2026, aún dentro del periodo permitido por la UE y más acorde con su cronograma posible de inversiones en Galicia. El grupo anunció el pasado mayo sus proyectos para intentar captar ayudas públicas. La inversión en la fábrica de Zaragoza ascenderá a 266 millones. Pero para las plantas de Vigo y Madrid solo se contempló una cantidad de 43 millones de euros. En Balaídos, la actuación más destacada será la creación de un nuevo taller de baterías.

La fábrica sufre además, desde hace tiempo, cortes de tensión eléctrica. En la última década, una media de 64 anuales, que obligan a paralizar la planta durante horas y ralentizan la producción. Para solucionarlo, el grupo automovilístico demanda poder conectarse a la red de muy alta tensión. De momento, no obstante, el Gobierno central no lo contempla.