La ex amiga de Isabel Pantoja muestra unos audios que la destrozan

Begoña ha hecho un perfil oscuro de su ex amiga, salpicando las anécdotas vividas junto a Isabel Pantoja con grabaciones que la tonadillera le enviaba, hablando de sus cosas, pero también de sus hijos y de su hermano. Ha reconocido que estaba junto a ella cuando pidió a Mediaset que pagara las flores de la corona para el funeral de la madre de Irene Rosales («Conmigo están ganando lo más grande»), que ambas se empastillaban y compraban de manera compulsiva en la tele tienda («Su debilidad son las baterías de cocina»), que es probable que haya recuperado el ático de Fuengirola, que «químicamente es una enredadora y te hace dependiente hasta convertirte en alguien servil«, que tiene los trastos de Paquirri guardados en una nave que le pagan su club de fans de Madrid…

Agustín aparece en el relato de Begoña como un personaje castrador y dominante que «le corta las alas» a su hermana: «La obligó a renunciar a actuar junto a Rosalía«, »Se lo lleva todo, lo tuyo, lo mío«, »Él no habla, interioriza«, »Isabel está hasta los 'cojones' de él y a veces rogaba para que se volviera a México con Juan Gabriel«.

En uno de los audios, la Pantoja también habla de su hija, Isa: «No puedo consentir esto, yo ya no puedo más. No sé qué le pasa. No quiero hablar mal de ella, porque la amo, aunque ella diga que no. Da igual, pero yo no puedo aguantar que me diga que soy una sinvergüenza. Ni a mí ni a mi familia. Y si ella no se considera mi familia, yo lo siento en el alma, que haga lo que quiera hacer porque yo haré lo que tenga que hacer. Únicamente lo que siento es que no voy a poder ver a mi niño (su nieto)«:

Kiko Rivera sigue trabajando con Begoña, algo que Isabel no le ha perdonado a ninguno de los dos. La empresaria ha explicado que en Cantora no quieren mucho a Irene Rosales: «Le han hecho la vida imposible porque es el comodín de Kiko. Ella tira de él». La guerra de los audios no ha hecho más que empezar. Va a dar para un pódcast.