Promueven una campaña para recuperar el mastín español en Extremadura

El colectivo conservacionista ha hecho pública su oferta de poner sementales de mastín autóctono a disposición de los ganaderos que tengan rebaños de ovejas de forma extensiva en dehesas o de cabras en monte mediterráneo.

Hace cuatro años, la Fundación Oso Pardo lanzó una iniciativa similar amparada por la acción «Mejorando la convivencia entre grandes carnívoros y la ganadería en el sur de Europa» . Durante los cuatro años que duró el proyecto LIFE Naturaleza, con fondos de la UE y la Junta de Castilla y León , 75 cachorros de mastín fueron cedidos a 42 explotaciones ganaderas de Salamanca, Segovia y Ávila, procedentes de fincas de León, «donde el mastín y lobo nunca han dejado de coexitir».

La medida fue un éxito: los ganaderos reportaron la pérdida anual de siete cabezas de ganado (la cifra antes de que contaran con la ayuda canina era de 23).

El mastín cumple una importante labor de prevención de daños al ganado por parte de perros cimarrones , zorros , tejones y otros carnívoros (lobos, linces, osos). Su empleo, además, ayuda a la economía del ganadero, porque evita el empleo de venenos, cepos , lazos, cajas, trampas o disparos, señala el portavoz de Naturaleza de Ecologistas en Acción, Carlos Pino.

La ONG pretende recuperar la raza cruzando a perras rústicas con un semental de mastín del área norte de Extremadura, cuyos futuros cachorros serían incluidos en un proyecto de entrega a los ganaderos, utilizando cachorros de dos a tres meses, edad idónea para adaptarse al pastoreo.

Un mastín eficiente debe poseer un caracter independiente del hombre, así como un gran tamaño. Debe ser fiel al ganado, no abandonarlo nunca, e incluso mostrarse sumiso ante él. El buen mastín busca la compañía de los animales que custodia, con los que se lame y olisquea, y no evidencia una excesiva efusividad ante sus dueños. Lo mejor es observar a sus progenitores para detectar qué cachorros serán más útiles en la guarda de los animales domésticos.

El cuidado de los mastínes, así como su entrenamiento, requiere atención. Sobre todo durante los primeros meses, cuando los cachorros, jugando con las ovejas y cabras, pueden herirlas o incluso llegar a matar a aquellos ejemplares enfermos y/o recién nacidos.

Hay que vigilar, especialmente, los oídos (acumulación de suciedad, objetos extraños o falta de ventilación, p.ej.), ojos (siempre limpios y brillantes), uñas (los espolones tienden a crecer por el desuso y a clavarse en las patas), pelaje (lustroso, sin grasa para detectar pérdidas masivas en ciertas zonas) y dientes (hinchazones, heridas, mal aliento) de nuestros serviciales y leales ayudantes en el campo.

Si quieres conocer más sobre cómo educar y proteger al mastín, pincha aquí (pdf) . Se trata de un completo manual elaborado por la FOP y el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente .