Campaña Aguilucho 2016: salvar a los pollos de las cosechadoras en Salamanca y Segovia

Desde el mes de abril y hasta principios de agosto los voluntarios, que cuentan con los permisos administrativos preceptivos, subraya SEO, se afanan en los campos de cereal de las provincias de Salamanca y Segovia .

Según datos de SEO-Segovia, en 2015 solamente el 17% de los nidos hubieran salido adelante si no se hubiera intervenido. «Un dato que hace pensar en la escasa viabilidad de la especie a medio plazo en el ecosistema agrícola », explica su portavoz, Ignacio Domínguez.

El primer paso, tal y como detallan desde la organización, consiste en encontrar los nidos, concretar su ubicación mediante GPS y contactar con el propietario de las tierras o el agricultor que las trabaja para explicarle el proyecto y pedirle permiso para conservar los nidos, «a los que se accede lo mínimo posible» , matiza SEO.

Los técnicos y voluntarios tienen en cuenta variables como el tipo de cultivo –la cebada, por ejemplo, se cosecha antes- y la edad aproximada de los pollos a partir de las fotografías tomadas el nido: «Si los pollos van a volar antes de cosechar, únicamente se marcan o anillan».

La cuestión se complica si las crías siguen en el nido cuando arranca la siega. «La mejor medida sería el retraso de la cosecha , ya que se mantiene el sustrato de nidificación intacto hasta que vuelan los pollos», recomienda SEO. Como la organización ambiental no puede asumir el pago de una compensación económica por el retraso en la siega, comentan, lo habitual es que los voluntarios acuerden con el propietario asegurar el nido con una cerca y dejar un rodal del terreno , de unos cinco metros cuadrados, sin segar . Por ese espacio, en el caso concreto de SEO-Salamanca, se abonan 20 euros al agricultor, puntualizan.

La organización reconoce que, «en los últimos años», se han puesto en marcha medidas agroambientales que promueven, entre otras cosas, el retraso de la cosecha para permitir una mayor supervivencia de pollos, mayoritariamente en las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA). Pero se queja de que «el nivel de acogida por parte de los agricultores sigue siendo bajo» y su dotación económica solo se circunscribe a ciertas zonas de cultivo, «dejando desprotegida una gran superficie agraria».

El calendario oficial de cosechas, en opinión de SEO, no respeta el proceso reproductor de las rapaces que se desarrollan en el ecosistema cerealista. «Y la nueva Política Agraria Común (PAC) no establece una ecocondicionalidad para cosechar, recoger la paja y labrar los rastrojos que compatibilice la actividad agrícola con la conservación de los aguiluchos, consideradas especies prioritarias por la normativa europea», concluyen.