Vídeo: Si de verdad amas a los perezosos, déjalos en el bosque

La fragilidad es máxima en el caso de las crías , que suelen ser las víctimas más frecuentes del tráfico ilegal de perezosos. «La separación de sus madres y la falta de la lecha materna es traumática para ellos», prosigue Correa.

Las crías son apartadas de las hembras, a las que matan o les roban sus bebés, a menudo con violencia, para recibir, sin embargo, después, los pequeños una alimentación deficiente . Estos permanecen, además, habitualmente, hacinados en lugares inapropiados y, en ocasiones, tampoco escapan del maltrato , advierte ONU Medio Ambiente . En muchos casos, les cortan las uñas para evitar que hieran a los humanos, lo que supone una calamidad para ellos, pues dependen de ellas para escalar a los árboles y mantenerse en las copas de éstos. Los perezosos se alimentan de plantas y frutas que se hallan solo en los árboles tropicales. Y bajan únicamente a tierra para defecar (aproximadamente una vez a la semana). Su metabolismo es muy lento, por eso gastan muy poca energía al moverse.

«Los bebés de perezosos son como de porcelana», afirma Tinka Plese, cuya organización, la Fundación Aiunau , radicada en Medellín (Colombia), lleva más de 20 años asegurando la conservación de perezosos, armadillos y osos hormigueros .

Las épocas de mayor afluencia de perezosos al refugio de la fundación coinciden con «los días posteriores a las temporadas vacacionales , cuando los habitantes del Valle de Aburrá viajan a zonas donde habita la especie y compran ejemplares en los márgenes de las carreteras», relata Plese, quien también integra el Grupo de Especialistas en Osos Hormigueros, Perezosos y Armadillos de la Comisión de Supervivencia de Especies de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza .

Los precios que se pagan por un ejemplar de perezoso en las ciudades o los países cuyos habitantes disponen de niveles altos de renta estimulan el mercado ilegal en las comunidades más vulnerables, subrayan desde ONU Medio Ambiente. Una dócil cría puede representar mucho más dinero que un salario semanal o mensual en una comunidad rural, citan como ejemplo desde el organismo internacional. «Los animales se ofrecen en carreteras y plazas e incluso por encargo», según Plese.

En Colombia y Panamá habitan cuatro de las seis especies de perezosos. El Bradypus variegatus (de tres dedos) y el Choloepus hoffmanni (de dos dedos) viven en ambos países, mientras que el Choloepus didactylus (de dos dedos) se encuentra en Colombia y gran parte de la Amazonía y la población críticamente amenazada del Bradypus pygmaeus (perezoso pigmeo) se constriñe solo a una isla caribeña de menos 5 kilómetros cuadrados localizada en Panamá.

Los populares perezosos se han convertido en una mercancía más dentro de la oferta de servicios turísticos . Cuando no los venden, los exhiben en calles y puertos, y dejan que la gente los abrace y les den de comer. La APPC trabaja para generar conciencia entre los turistas sobre estas malas prácticas. La Fundación Aiunau, por su parte, también ofrece experiencias educativas dirigidas a la sociedad civil y los funcionarios.

Las principales amenazas del perezoso, detalla Correa, guardan relación con la fragmentación de su hábitat , así como con la muerte no natural derivada de electrocuciones, atropellos o ataques de perros domésticos. El experto, insiste: «No son peluches ni mascotas. Su tenencia es ilegal». La fama que han adquirido estos animales, que parece que siempre tienen una sonrisa dibujada en el rosrto, fruto del retrato afable que de ellos muestran las películas infantiles, los documentales y los vídeos virales, se ha convertido, también, en un problema para su supervivencia.