Fapas pregunta al Gobierno asturiano si Paca y Tola serán sacrificadas
El Fondo para la Protección de los Animales Salvajes considera «sospechosa» la muerte de Güela en Cabárceno, una osa de la misma edad que las hermanas
Fapas pregunta al Gobierno asturiano si Paca y Tola serán sacrificadas
Alarmados por lo sucedido con la osa Güela -que falleció el sábado a los 25 años de edad en el Centro de Cabárceno en Cantabria-, el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas) se ha dirigido al Gobierno Regional de Asturias ... para preguntar si, dada la actual situación de envejecimiento de las osas Paca y Tola -de 23 años de edad-, existe una planificación específica para sacrificarlas.
El Fapas ha solicitado información sobre el alcance del acuerdo que el Principado de Asturias mantiene con el centro cántabro de Cabárceno o, en su defecto, con su responsable veterinario.
Sobre el técnico veterinario y sobre el propio centro planean, según Fapas, dudas sobre el correcto proceder en la custodia, mantenimiento, tratamiento veterinario y sospechosa muerte de la osa conocida como Güela, capturada el año pasado en los montes de Cantabria y trasladada a Cabárceno.
Hace unas semanas, recuerdan desde Fapas, la osa Tola fue sedada para practicarla una revisión veterinaria, «corriendo un grave riesgo para su vida al no despertarse de la anestesia hasta horas después».
«Las osas Paca y Tola no han poseído una atención veterinaria específica, tanto para la adecuada revisión de su estado físico ni nutricional, desde hace dos años», aseguran.
Se sabe que la osa Tola puede padecer una hernia y se habla de la posibilidad de trasladarla a León para hacer un chequeo profundo, «aunque el resultado no iría más allá de certificar la existencia o no de la misma». Fapas teme que esta operación sea como una «justificación de sacrificio» del ejemplar. «Una estrategia habitual en el mundo de la conservación del oso pardo: la aparición de enfermedades o complicaciones sanitarias imprevisibles exonera a los responsables de estas operaciones y ofrece a la opinión pública unos argumentos tergiversados de la realidad», concluyen.
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