El Mackenzie, el «Amazonas del Norte», en peligro
El equilibrio ecológico del continente americano depende de la conservación de la cuenca del río más largo de Canadá, donde existen importantes yacimientos de gas, carbón y petróleo, cuya explotación resultaría dañina, aseguran los expertos
NATURAL
El equilibrio ecológico del continente americano depende de la conservación de la cuenca del río Mackenzie , el más largo de Canadá, calificado como el «Amazonas de Norteamérica» , asegura un grupo de expertos que, desde mañana y hasta el viernes, celebrará un ... simposio internacional sobre cómo reducir conflictos en la gestión de recursos hidrológicos en Vancouver.
«Desde un punto de visto ecológico e hidroclimático, el Mackenzie supone uno de los ejes que sostienen el clima de Norteamérica debido al efecto de refrigeración que ejercen el hielo y la nieve que cubren el norte de la cuenca del río cada año», advierte a Efe Bob Sandford, investigador canadiense en materia de políticas acuíferas.
El río Mackenzie, que fluye desde el Lago Gran Esclavo hasta el océano Ártico, tiene una longitud de casi 1.800 kilómetros y vacía 10,3 millones de litros de agua por segundo al mar. Junto con sus tributarios, el sistema del río Mackenzie comprende una cuenca que cubre 1,8 millones de kilómetros cuadrados , cifra que representa el 20% de la extensión de Canadá, aproximadamente.
«El Mackenzie es una prioridad (pdf) . Es esencial para la gente que vive en Canadá, pero también para el resto de Norteamérica, Europa y el planeta», asegura Tom Axworthy, presidente de la Fundación Gordon , una organización dedicada a la conservación de la calidad del agua en todo el mundo.
«El Mackenzie es mayor que el río San Lorenzo », comenta Sandford, en referencia al río que comunica los Grandes Lagos de Norteamérica con el océano Atlántico. «A pesar de ello, muy pocos canadienses lo han visto. Lo que no significa que no sea importante».
El devenir industrial constituye uno de los problemas a los que se enfrenta la cuenca del Mackenzie.
Progreso industrial
Los depósitos de petróleo en las arenas bituminosas de Alberta, una de las mayores reservas petrolíferas del mundo, se encuentran en la cuenca. Y Canadá ha declarado su intención de aprovechar los yacimientos a cualquier coste.
En la región también existen valiosos recursos de carbón, gas natural y otros minerales que el sector minero quiere explotar.
Pero sus inmensos bosques también suponen el hábitat natural de una gran variedad de animales, entre ellos las aves que viajan de Norteamérica a Suramérica cada temporada.
«Las actividades de desarrollo en Columbia Británica y Alberta están intensificando los impactos negativos del cambio climático», explica James Bruce, uno de los científicos que participará en el foro de Vancouver. Bruce añade que es necesario tener en cuenta los efectos sobre el calentamiento global a la hora de tomar decisiones sobre su futuro.
El profesor John Pomeroy, de la Universidad de Saskatchewan, señala que la desaparición del «permafrost» , la capa de tierra que permanece helada durante todo el año, está liberando gases de efecto invernadero que han permanecido atrapados desde hace miles de años, contribuyendo aún más a acentuar tal efecto.
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