La propuesta de la organización internacional de conservación marina llega hasta los 300 metros de profundidad, abarcando 52.385 hectáreas, frente a las 708 que ha delimitado el Gobierno balear. Con ello se protegerían hasta siete hábitats esenciales para peces y fondos marinos amenazados incluidos en normativas comunitarias e internacionales.
«En aguas aledañas a las delimitadas por el Gobierno balear , las inmersiones de Oceana han mostrado la existencia de entornos que legalmente deben protegerse: campos de ceriantos, braquiópodos, plumas de mar y crinoideos ; fondos de rodolitos; formaciones coralígenas y acúmulos de hojas y rizomas de posidonia», explica en una nota la organización.
La creación de la reserva cuenta con respaldo municipal y de todos los sectores afectados, como pescadores profesionales y buceadores .
La reserva marina aumentará el grado de protección de parte del actual Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) de Dragonera, pero dejará fuera la zona marina del LIC situada al norte de la isla, «una de las áreas de mayor interés ecológico, que sufre además las mayores agresiones por parte de la actividad pesquera», subrayan desde Oceana.
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