Los osos polares se ahogan en el Ártico, que hace agua por el cambio climático
El calentamiento se está dando en el Ártico al doble de velocidad que la media global del planeta, aumentando el número de días de deshielo cada verano
GREENPEACE Aunque pueden nadar grandes distancias, los osos polares se han acostumbrado a hacerlo entre témpanos de hielo
A. ACOSTA
MADRID. Hace poco más de un año 300 científicos del Consejo Ártico, que aglutina a los ocho países que tienen territorios en esta parte del globo (Canadá, Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega, Federación Rusa, Suecia y Estados Unidos), concluyeron en un estudio que el ... Ártico estaba haciendo aguas, pues el calentamiento se está dando allí al doble de velocidad que la media global del planeta.
Entre las especies más afectadas por esta situación el informe situaba en primer lugar a las que dependen del hielo marino para sobrevivir, como los osos polares. Estudios anteriores consideraban que el hecho de que se haya incrementado el número de días de deshielo cada verano estaba obligando al oso polar a buscar tierra firme sin haber desarrollado la necesaria reserva de grasa para poder afrontar la temporada sin hielo, mermando así su habilidad para reproducirse. Ahora, un estudio de científicos del Servicio de Gestión de Minerales del Departamento de Interior de Estados Unidos, recogido por «The Wall Street Journal», asegura que cada vez más osos polares mueren ahogados debido al deshielo en el Ártico.
Nadar entre témpanos de hielo
Los científicos han documentado por primera vez estas muertes en Alaska, donde probablemente se ahoguen después de nadar grandes distancias en el océano en medio de la menguante plataforma helada del Ártico. Los investigadores hicieron un reconocimiento aéreo del Ártico en septiembre del año pasado, constatando que diez osos polares estaban nadando en el mar lejos de cualquier casquete de hielo. Es cierto que los osos polares pueden nadar grandes distancias, pero su evolución les ha llevado a hacerlo sobre todo entre témpanos de hielo. A los pocos días de ese primer vuelo de reconocimiento, los investigadores volvieron a la zona y encontraron cuatro osos flotando sin vida.
Aunque puedan parecer datos muy limitados, lo cierto es que en los 25 años de reconocimientos aéreos anuales anteriores a 2004 sólo se veía a un oso nadando lejos de la costa una vez cada dos años, al tiempo que la muerte por ahogamiento era tan rara que nunca había podido ser documentada en estos viajes.
Este estudio se hizo público un día después de que la organización ecologista Greenpeace comenzara una campaña de anuncios televisivos en Estados Unidos que muestran cómo una osa y su cachorro se hunden en el mar al deshacerse el tempano de hielo donde estaban, para luego advertir: «Los osos polares podrían extinguirse dentro de poco debido al calentamiento global». Y es que a medida que se reduce el hielo en el mar la supervivencia de este animal resulta amenazada.
El hielo es fundamental para el oso polar, pues les sirve como plataforma desde la que cazar sus principales presas, como la foca ocelada y la barbuda. Algunos estudios realizados por el Fondo Mundial para la naturaleza (WWF)sobre la población de la Bahía de Hudson, en Canadá, país que alberga el 60 por ciento de estos mamíferos terrestres, reflejan que por cada semana de adelanto en el deshielo, los osos regresan a tierra con 10 kilogramos menos de peso de lo que sería normal y en peores condiciones. Teniendo en cuenta que los científicos del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) predicen una pérdida de hasta el 60 por ciento del hielo marino en verano para el año 2050, la temporada sin hielo pasaría de los 60 días actuales a 150. Es decir, los osos no sólo tendrán menos tiempo para alimentarse, sino que además esa reserva deberá durarles casi tres veces más.
Pero los cambios en el clima tendrán otros impactos sobre ellos. Así, la lluvia al final del invierno puede destruir los refugios donde las hembras cuidan de sus cachorros, exponiéndoles a los predadores. Por tanto, el considerado siempre como embajador de la naturaleza ártica, está cada vez más cerca de convertirse también en el símbolo de los impactos que el calentamiento global está ya produciendo en todo el planeta.
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