EE.UU. califica el vertido de catástrofe nacional
La fuga de crudo podría llegar este fin de semana a los frágiles estuarios del delta del Misisippi.
EE.UU. califica el vertido de catástrofe nacional
Barack Obama ha anunciado la movilización de dieciséis agencias federales y de «todos los recursos» de su Administración, incluido el Ejército, para parar el vertido de crudo en el Golfo de México que los últimos cálculos sitúan en el equivalente de 5.000 barriles ( ... 800.000 litros) diarios . Eso son cinco veces lo que se había previsto inicialmente y sitúa el desastre ecológico casi fuera de control. De hecho, el Gobierno de Estados Unidos ha declarado como catástrofe de «envergadura nacional» el vertido de petróleo. Se espera que la marea negra llegue este mismo viernes a las costas de Luisiana , y amenaza asimismo las de los estados de Alabama y Misisipi. Peligran gravemente los ecosistemas y el modus vivendi de muchos habitantes de la zona.
El Ejército sale al rescate
Mientras el gigante BP, a quien pertenece la plataforma donde se originó el vertido, daba la bienvenida al Ejército «y a cualquiera que nos ayude». Tanto BP como Obama coincidieron en que esta empresa deberá pagar la factura de toda esta movilización y de todo lo que cueste limpiar las costas.
Ecológicamente hablando esto está a la altura del hundimiento hace veinte años frente a las costas de Alaska del petrolero Exxon Valdez. Políticamente, ¿es el Katrina de Obama? Por de pronto el gobernador de Luisiana, el díscolo Bobby Jindal, quien en su día coqueteó con ser el Obama republicano –es medio americano, medio indio, y tiene pretensiones oratorias- y hasta se permitió el lujo de despreciar ayudas federales para la reconstrucción después del Katrina, ha declarado ahora el estado de emergencia y suplica humildemente que la Casa Blanca se implique a fondo. Y esto es exactamente lo que están haciendo.
Otra cosa es qué se puede hacer exactamente, más allá de declarar el vertido de “alcance nacional”, mandar al ejército y rezar. Hasta ahora no ha surtido efecto nada : ni los submarinos dirigidos por control remoto a 1.500 metros de profundidad ni las barreras flotantes para acordonar el crudo ni pegarle fuego a la ominosa mancha. Es tal la cantidad de petróleo derramado –la plataforma bombeaba 1,27 millones de litros por día y guardaba más de dos millones y medio en depósito- que no hay soluciones buenas, sólo malas y menos malas. Se da por muertos a los once trabajadores desaparecidos.
También se da por muerta, de momento, a la idea de la Casa Blanca de autorizar la perforación de más plataformas petrolíferas en el litoral norteamericano, una idea que cuando la manejó en campaña Sarah Palin –con el célebre leit-motiv “drill, baby, drill”, algo así como «perfora, nena, perfora»- encendió las iras de la izquierda y que, viniendo de Obama, se aceptaba a regañadientes. Ahora ni eso..
Incendio controlado
Los Guardacostas de Estados Unidos provocaron un «incendio controlado» para tratar de frenar la expansión de la mancha de crudo, según informa Natural . El incendio comenzó a las 17.00 horas (medianoche del jueves en España), aseguró un portavoz de los Guardacostas. Varias embarcaciones se ocuparon de reunir segmentos dispersos de la mancha e introducirlos dentro de una especie de corral cuyas paredes están construidas por material ignífugo. El recinto flotante fue trasladado hasta una zona remota en alta mar, donde comenzó a prenderse fuego al vertido.
Los Guardacostas han asegurado que pretenden realizar «incendios pequeños y controlados» sobre las trazas de petróleo reunidas , que tardarán en quemarse alrededor de una hora. BP está dedicando millones de dólares al día en barcos y helicópteros en la que ha denominado la mayor operación de la historia para controlar una fuga contaminante. «No descansaremos hasta que hayamos hecho todo lo necesario para tener la situación bajo control», señaló el responsable de comunicación de BP, Andre Gowers, comparando la consistencia de la mancha con la del «té helado» y su grosor con el de un cabello humano .
La plataforma, gestionada por Deepwater Horizon, explotó y se derrumbó la semana pasada, dejando once trabajadores desaparecidos cuya búsqueda quedó suspendida el viernes pasado y a los que se da por muertos , mientras que otros 115 fueron rescatados. Por el momento sigue sin conocerse la causa de la explosión: podría haber sido causada por una voladura, un aumento inesperado de la presión de salida del petróleo .
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