La perra de tres patas que reconforta a los pacientes amputados de una clínica de Massachusetts

«Los beneficios que Callie confiere a los pacientes que acuden hasta nosotros son inconmensurables. Ellos, con frecuencia, ni siquiera pueden saludar al animal con sus manos, pero su sola presencia ya les reconforta. La perra les acerca su cuerpo, para que éstos puedan sentir su pelaje. Y conecta con los amputados de manera asombrosa: es como si entendiera cómo se sienten tras haber perdido uno de sus miembros y sus habilidades», explica Kathleen Easterbooks, que junto a su marido dirige desde 1981.

El matrimonio adoptó a la perra de labrador en noviembre, procedente de una protectora de animales de Massachusetts. Su dueño había dejado al animal allí al no poder pagar los gastos derivados de la intervención quirúrgica donde le habían cortado una de sus extremidades. Y adujo que tampoco disponía de tiempo para asumir la larga recuperación postoperatoria que iba a necesitar su mascota.