Henry Cavill, el Superman del reciclaje
Habrá que ver si el nuevo «Hombre de Acero» es igual de eficiente y versátil que el material del que está hecho
RUTH PILAR ESPINOSA
«El Hombre de Acero» , séptima entrega cinematográfica de la franquicia Superman , se estrena en España dentro de un mes. Esta vez, Henry Cavill encarnará al héroe extraterrestre procedente del extinto planeta Krypton. El actor británico saltó a la fama ... mundial por su participación en Los Tudor , adapación televisiva que el canal Showtime realizó sobre el reinado de Enrique VIII de Inglaterra, interpretado por Jonathan Rhys-Meyers durante cuatro temporadas. Tras su paso por la serie, la fama de Cavill se ha ido acrecentando y ahora es uno de los «chicos de moda en Hollywood».
«Iron Man 3» , que llegó a los salas españolas el 26 de abril, ha liderado la recaudación en taquilla un fin de semana tras otro. Los productores de «El Hombre de Acero» esperan superar el listón puesto por el Tony Stark del atractivo e irónico Robert Downey Jr .
El sector siderúrgico, como no podría ser de otra manera, apuesta por Superman. Ya que, según sus datos, «el acero es el segundo material de interés comercial », por detrás del petróleo. Y nos encontramos ante el «elemento del futuro» al tratarse de una aleación de (los muy abundantes en la naturaleza) hierro y carbono . Además, existen cinco mil variedades distintas de acero atendiendo a su composición química. Y se puede reciclar al final de su vida útil al 100 por 100 . De hecho, el 75% del acero fabricado en España es material reciclado. Es más, hoy se sigue reciclando acero cuyo origen se remonta a hace siglo y medio.
Hace menos, en concreto 75 años , nacía «El hombre de Acero», tras la publicación del primer cómic de la saga. Cavill, por su parte, acaba de cumplir la treintena (5 mayo). La misma edad en la que el nuevo Clark Kent sufre una crisis de identidad que le llevará a decidir en qué tipo de hombre quiere convertirse (un granjero, como su padre adoptivo; un profesional liberal, como Lois Lane ; o una especie de «dios» salvador, como espera Jor-El ). En cualquier caso, siempre reunirá la fuerza suficiente para abrir un bote de pepinillos o levantar un autobús escolar. Es la «llamada del acero», pues todo se hace con acero, apuntan desde Unesid (Unión de Empresas Siderúrgicas): un clip, una cuchara, un tornillo, una casa, un automóvil, una lavadora, una viga, un panel solar, un aerogenerador... Sin olvidarnos del ordenador, la tableta y el smartphone que emplea el ya periodista free-lance, miope e intolerante a la criptonita, Kal-El.
Reciclarse o morir
Si Superman se ha reinventado, tras siete décadas como reportero en el diario Daily Planet, es, sin duda, porque el acero constituye el material más eficiente que existe. No solo por la total reciclabilidad mencionada con anterioridad, sino porque «resurge» cada vez con un mejor ratio peso/resistencia , circunstancia imbatible para cualquier otro. Si ahora construyéramos una réplica del Golden Gate necesitaríamos tan solo la mitad del acero del que se valieron los arquitectos de San Francisco para levantar su famoso puente colgante en 1937. Y sin que se resintieran las garantías de seguridad de la estructura.
La siderúrgica española supone el 4,6% del PIB industrial nacionalEmplea a 80.000 trabajadores y factura 14.000 millones de euros anualesEl acero es el material que más se recicla en España . Solo en 2011 se recuperaron 12,5 millones de toneladas gracias a la recogida selectiva en los contenedores amarillos y a que las plantas de tratamiento de residuos sólidos urbanos disponen de electroimanes a los que no se les pasa por alto lata alguna. No obstante, cualquier envase que fuera a parar a los hornos de las incineradoras podría reciclarse después, ya que en su interior nunca se supera la temperatura de fusión del acero.
Lo dicho, falta un mes para comprobar si Henry Cavill se «erigirá» en un digno Hombre de Acero; eficiente y versátil. Treinta días para vaticinar si después de lo que se espera sea una trilogía (al más puro estilo Iron Man) el intérprete británico resistirá las modas y podrá «reciclarse» (a diferencia de lo ocurrido con Légolas - Orlando Bloom - o Edward Cullen - Robert Pattinson -). De tal conjunción de virtudes dependerá que se lo rifen los grandes estudios y que su agente le «cuelgue» el cartel de no disponible, aunque sea una combinación de hierro y carbono.
Un acero que ha estado presente a lo largo de su, de momento, corta filmografía. Sin ir más lejos, en las herramientas con las que adecentaba El castillo soñado (2003) de su amada Cassandra Mortmain; en los clavos que sostenían los remaches faciales de los humanoides que lo atemorizaban en Hellraiser VIII (2005); en las flechas con las que protegía a Tristán e Isolda (2006); en la espada con la que combate a los furiosos titanes de los Inmortales (2011) o en el maletín por el que casi pierde la vida en Madrid en La fría luz del día (2012).
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