Certifican la muerte del joven que desapareció tras el ataque de un cocodrilo en Australia

Otro joven también resultó herido, aunque logró salvarse. Las marcas que las fauces del reptil dejaron en él sirvieron a los rangers del espacio natural para acotar la búsqueda: el «agresor» era un cocodrilo de 2,5 metros de longitud.

Desde que se iniciara la misión de rescate, los rangers han abatido tres cocodrilos avistados en el área con la esperanza de encontrar restos humanos en los estómagos de los reptiles.

«Existen contundentes indicios para pensar que el chico falleció durante el ataque, pero hay que realizar pruebas de ADN», han confirmado fuentes policiales, que no han querido revelar más datos por respecto a los familiares, como por ejemplo qué clase de evidencias han conseguido o qué clase de trauma causó el deceso.

Los cocodrilos marinos pueden llegar a medir siete metros de longitud y pesar más de una tonelada. Su presencia es muy habitual en las tropicales aguas del norte de Australia. Su población se ha ido incrementado de manera continuada desde que el Gobierno lo incluyó como especie protegida en 1971. Se estima que viven entre 75.000-100.000 ejemplares en las aguas del país oceánico.

El ataque más reciente en Australia tuvo lugar en agosto en South East Queensland, cuando un hombre fue tomado por sorpresa por un cocodrilo de casi cinco metros de largo mientas nadaba en el río Mary.

Un grupo de investigadores australianos lanzó el mes pasado la base de datos CrocBITE: desde principios de 2014 se han documentado muertes relacionadas con ataques de crocodrilos en Angola, Timor Oriental, India, Indonesia, Namibia, Papúa Nueva Guinea, Sudáfrica, Zambia y Zimbabue.