España ve progresos para negociar un nuevo acuerdo sobre cambio climático

No obstante, advirtió, la UE «tiene que trabajar mucho internamente», al tiempo que se esperan de la Comisión Europea (CE) «propuestas constructivas» para alcanzar una posición común.

El Ejecutivo comunitario adoptó en marzo un documento consultivo en el que pide la colaboración de las partes interesadas, los Estados miembros y las instituciones de la UE para que opinen sobre cómo diseñar el nuevo tratado, que debería entrar en vigor en 2020.

La propuesta de la CE, precisó Ramos, debe de «ser sensible» con las «distintas situaciones» dentro del bloque, pero, a la vez, «comprometida con el reto global» de controlar en los próximos años las emisiones de gases de efecto invernadero.

Según Ramos, el compromiso conjunto debe ser adoptado «de forma realista», teniendo en cuenta «la situación económica», de manera que se avance considerando las «necesidades de empleo» y con el objetivo de obtener una «energía segura» a «precios viables».

«Es cierto -explicó- que hay países con circunstancias diferentes como el nuestro, que invirtieron mucho en energías renovables y ahora están buscando la fórmula de hacerlo económicamente sostenible. Y hay otros estados que tienen pendiente su desarrollo en materia de energías renovables».