La reciente recuperación del pez espada del Atlántico se debe a la investigación

El análisis también señala que la propia biología de la especie y un cambio de fase ambiental a partir de 1996 probablemente han favorecido un mejor reclutamiento (después de una fase inmediatamente anterior que había sido muy desfavorable).

La biomasa de las poblaciones de pez espada del Atlántico alcanza niveles superiores a los necesarios para sustentar el Rendimiento Máximo Sostenible (RMS). Además, al mismo tiempo, la mortalidad por pesca ejercida se ha situado por debajo de niveles que producirían sobrepesca. Ambas tendencias positivas han sido confirmadas en las evaluaciones realizadas por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT , por sus siglas en inglés) hace dos años, puntualiza el IEO en una nota.

El trabajo ha sido coordinado por el presidente del Grupo de pez espada de ICCAT desde la Estación Biológica St. Andrews del Departamento de Pesquerías y Océano de Canadá. En él han participado investigadores de siete países, entre ellos España (el Equipo de Túnidos y Especies Afines del Centro Oceanográfico de A Coruña del IEO). Y ha sido distinguido, a propuesta del Comité Ejecutivo de Ciencias de Canadá, con el premio nacional a la mejor publicación científica del año en su campo porque repasa el conocimiento científico adquirido durante más de tres décadas de análisis y evaluación del pez espada del Atlántico.

Durante los últimos 30 años se han constatado tres grandes fases históricas en cuanto a la explotación de la especie. Una primera fase de desarrollo de las pesquerías oceánicas, una segunda fase de máxima explotación y posterior sobrepesca y una tercera fase más reciente de recuperación de la biomasa de los stocks.