Cantabria quiere recuperar la población de urogallos del año 1982: 20 ejemplares

También se proyecta mejorar sus hábitats favorables -asegurando la conectividad entre los distintos núcleos de población- e incrementar el número de áreas de canto ocupadas por esta ave en la región, que se encuentra en serio peligro de extinción.

La Consejería de Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural ha impulsado la elaboración del Plan como instrumento legal para la conservación del urogallo al contar, además, con la «información suficiente» sobre el estado, amenazas y la calidad del hábitat de la especie en Cantabria, fruto de los estudios y trabajos llevados a cabo con anterioridad.

Las actuaciones se encaminarán a favorecer el éxito reproductor y la supervivencia de los adultos; a disminuir la mortalidad no natural de la especie; al establecimiento de un programa de cría y a la creación de una reserva genética. Asimismo, se pretende aumentar el conocimiento de la especie y la conciencia social.

El ámbito de aplicación del Plan de Recuperación del Urogallo en Cantabria se compone de cuatro zonas: Tresviso, Peñarrubia, Camaleño-Vega de Liébana y Polaciones-Palombera-Bárcena Mayor. También se han declarado tres áreas críticas: Tresviso, Camaleño y Vega de Liébana, consideradas vitales para la recuperación y supervivencia de la especie.

Con el fin de evaluar el grado de cumplimiento, el propio Plan establece unos indicadores a alcanzar al final de su aplicación: una población superior a 20 ejemplares adultos y en crecimiento, así como incrementar el número de áreas de canto ocupadas situadas en el área de distribución actual respecto a la situación del año 2012.

También se creará un consejo asesor formado por miembros del Gobierno regional, alcaldes de los municipios afectados, representantes de la Universidad de Cantabria , de colectivos agrarios y ecologistas, y del Parque Nacional Picos de Europa .