La colocación de imanes cerca de los anzuelos puede evitar las capturas accidentales de tiburones

Las primeras pruebas, realizadas por la Asociación Chelonia en colaboración con el Oceanogràfic, la Fundación Biodiversidad y el Puerto de Vigo , han evidenciado el efecto de repulsión que tienen los imanes en los tiburones , en concreto sobre las pintarrojas.

«Los escualos no se acercan a comer al detectar la presencia de grandes intensidades magnéticas», explica el coordinador del Oceanogràfic, César Pérez.

Las ampollas de lorenzini , órganos sensoriales que se concentran en la parte anterior de la cabeza de los escualos, les permiten a éstos detectar los campos magnéticos de baja intensidad de sus presas, que ejercen un efecto de atracción sobre ellos.

«Esperamos que durante 2013 podamos ya hacer el experimento sobre palangreros -fuera del entorno de cautividad de las piscinas-, y poder, así, testar si se reducen las capturas accidentales de tiburones», apunta el coordinador de Chelonia, Manuel Merchan.

«Pretendemos probar también con otras especies que se ven afectadas por el mismo problema, como las tortugas marinas del Mediterráneo», concluye.