El candidato socialista a la Xunta, Manuel «Pachi» Vázquez, se ha encargado de diseñar grupos de afines a su política en Orense y Pontevedra, vendándose los ojos, en ocasiones, en votaciones irregulares. Pero las ciudades de La Coruña y Lugo, bajo las riendas de dos de sus principales detractores -el exministro Francisco Caamaño y el presidente de la Diputación lucense, José Ramón Gómez Besteiro, respectivamente- han confeccionado las listas provinciales a su propia voluntad y sin acatar órdenes externas.
Caamaño encendió el sábado pasado la chispa en la casa del PSdeG, aparentemente apagada desde que «Pachi» Vázquez fuese designado candidato a la presidencia de la Xunta por aclamación. Un juego, el del exministro, que podría llegar hoy a su fin si el Comité Nacional del partido decide retocar la lista de los «colocados» por el extitular de Justicia en el gobierno de Zapatero. Y es que Vázquez no está dispuesto a tener que lidiar otra vez con más problemas y enfrentamientos en O Hórreo, pues todavía se recuerda el mantenido entre Caride y Beatriz Sestayo durante esta última legislatura.
Orense
Sabe que es su casa y lo utilizó a su favor. Brindándose del apoyo de las comarcas y relegando a un segundo plano las aspiraciones del alcalde de la ciudad, Francisco Rodríguez, «Pachi» se proclamó cabeza de lista por la provincia orensana, si bien en la asamblea local celebrada días antes había quedado relegado al cuarto puesto. Allí, Rodríguez -que hasta ese momento mantenía una tregua electoral con Vázquez- aprovechó su margen de maniobra para forzar la inclusión del diputado Pablo López Vidal en uno de los puestos de salida.
Ni la protegida por el alcalde, la concejala no electa de Personal en el ayuntamiento orensano, Carmen Rodríguez, pudo conseguir colarse en el Parlamento. Vázquez domina ahora, y en la teoría, a la familia socialista orensana, la misma que en las pasadas elecciones autonómicas ni siquiera logró una victoria para «Pachi» en su pueblo natal de O Carballiño.
Lugo
En la otra provincia gallega de interior, las cartas jugadas por Gómez Besteiro pueden introducir un clima de tensión en O Pino. Es quizás la lista que ha pasado más desapercibida, como también ocurrió en el congreso provincial del PSdeG lucense que aclamó a Besteiro, pero la que puede esconder un as bajo la manga.
Al igual que Caamaño, Besteiro, -quien en su día definió al exministro José Blanco como «un buen candidato» para las primarias- colocará en O Hórreo a hombres de confianza, afianzando desde dentro su representatividad en la Cámara de consumarse los cinco escaños alcanzados en 2009. Un número que le deja escaso margen de maniobra a Vázquez.
Pontevedra
Provincia problemática donde las haya para el líder del PSdeG debido a los enfrentamientos continuos de la agrupación de Vigo con la dirección general del partido, «Pachi» ha sabido afianzar en la lista a tres nombres clave para intentar recuperar los votos críticos de la provincia.
Como sorpresa, o no tanto dado los lazos que la unían con el expresidente Touriño, la exclusión de una de las personas más activas en el Parlamento, María José Caride. Junto a ella, el que fuera el hombre fuerte del PSOE pontevedrés, Modesto Pose, quien decidió apartarse del camino de «Pachi» a marchas forzadas.
Y en el medio de todo, el sector crítico socialista vigués, quien apeló a modificar la propuesta de candidatura al no respetarse las listas abiertas y realizar una votación irregular. Para ellos, la estrategia está clara. Se trata de una coalición entre «el alcalde de Vigo, Pose y Louro, que se han repartido cinco de los seis primeros puestos», señalaron.
La Coruña
La unidad del socialismo gallego reventó en La Coruña. Tan solo dos personas, las diputadas Beatriz Sestayo -incluida a última hora en la lista para evitar una confrontación directa- y Marisol Soneira repetirán en O Hórreo. El resto, todo un órdago confeccionado desde arriba a abajo por el que iba a luchar contra «Pachi» en las primarias. Primer puesto para Caamaño, segundo para María Debén y tercero para Xosé Sánchez Bugallo. Descartados quedan históricos como Lage Tuñas, Fernández Leiceaga y un Méndez Romeu que podría volver a ser incluido por mandato del propio Vázquez. Porque, al fin y al cabo, debe dar un golpe de autoridad en una precampaña socialista cargada de despropósitos.
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