MUTUA MADRID OPEN
Nadal, un ciclón hasta la final
El balear, muy superior, luchará por el título en Madrid después de arrollar a Pablo Andújar (6-0 y 6-4)
ENRIQUE YUNTA
Rafa Nadal dignifica al Mutua Madrid Open, un ciclón para llegar a la final del domingo. En una hora y 16 minutos, insultantemente superior a Pablo Andújar, el balear ha firmado su victoria más plácida desde que compite en Madrid, ganador por 6-0 y ... 6-4. Nunca le fue tan bien en una semifinal. [Así lo hemos contado]
Es la crónica de un encuentro sin mayor historia, desnivelado desde la presentación hasta el desenlace. La Caja Mágica, decepcionada por la escasa batalla en los preliminares, trata de alentar a Pablo Andújar para que la sobremesa se alargue un poco más porque enseguida se intuye la paliza. El conquense no tiene nada que ver con el tenis ta de los días anteriores y Nadal no necesita hacer prácticamente nada para apuntarse juegos. Coser y cantar.
Andújar había dejado por el camino a Marin Cilic, John Isner, Daniel Gimeno-Traver y Kei Nishikori, una interesante carta de presentación para afrontar el partido de su vida. Jamás había llegado tan lejos en un Masters 1.000 y lo hace aprovechando una invitación del Mutua Madrid Open, generoso en la correspondencia. Sin embargo, ante Nadal se difumina y, aunque lo maquilla, pierde de forma estrepitosa.
Le condenan los nervios de la situación, tan fallón que se desespera. Casi todas sus bolas terminan en la red y Nadal se contenta con mantener los puntos en juego sin la necesidad de ganarlos por sí solo. Empieza rompiendo y el balear intuye, desde el principio, que el oponente ofrece poca resistencia.
En 24 minutos se resuelve la primera manga, un 6-0 que le da continuidad al 6-0 que obtuvo el jueves ante Ferrer. Entre los dos partidos, Nadal es capaz de enlazar trece juegos de forma consecutiva y evidencia que no hay un competidor tan voraz en el circuito. Dan igual las circunstancias y el estado de su cuerpo, Nadal sigue imponiendo por su nombre y su leyenda, una tortura para el resto de españoles como Andújar, que sólo sumo nueve puntos en el set.
Madrid, históricamente, es muy de Nadal, pero no le gusta que haya tan poca diversión en la pista. La afición corea el nombre de Pablo Andújar, le anima y celebra el primer juego del conquense con energía. Llega a los 32 minutos y sirve para estrenar el segundo set, mucho más alegre. Al menos hay pelea, hay menos hay cosas que contar.
Cuando Andújar dio su primer paso, se quitó un peso de encima. Por fin empezó a soltar el brazo, por fin justificó su presencia entre los cuatro mejores de un Masters 1.000. Dio un paso al frente, se puso en modo agresivo y eso le dio para despedirse con honores, digno el 6-4 del segundo set.
Nadal, que salvó tres bolas de break en esa segunda manga, rompió de forma definitiva en el noveno juego. Ya está en la final, la séptima del año, una costumbre porque desde su regreso siempre ha luchado por todos los títulos. Lleva cuatro y en Madrid aspira al quinto, muy especial por hacerlo en casa. Nadal sigue siendo un héroe.
Al término del partido, a pie de pista, Nadal festejó su triunfo: "Pablo está jugando a un gran nivel y estoy feliz por él, le quiero felicitar por el torneo, seguro que le sirve para lo que le viene. He jugado un primer set muy bueno, muy agresivo. Él ha cambiado en el segundo. Volver a una final en casa es fantástico, es casi un sueño. Estoy muy contento y agradecido porque he estado todos los días en esta pista, es una noticia inmejorable".
Una vez más, valoró lo bien que le está yendo este 2013 después de tanto tiempo sin competir: "Los resultados están siendo inmejorables. Cinco meses atrás no hubiésemos soñado con esto y estoy agradecido a los que me han apoyado. Estoy en una final de un Masters 1.000 y encima en Madrid, que siempre me hace especial ilusión".
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