Un campeonato del Mundo de fútbol no es un torneo más. Hablamos del evento deportivo más importante del planeta junto a unos Juegos Olímpicos. Por eso, para que cada mínimo detalle esté controlado, más allá del personal oficial y asalariado que se encarga del buen funcionamiento del torneo, sobresalen las figuras de los voluntarios. Sólo en Sao Paulo, hasta 1.700 ha seleccionado la FIFA. En total, hablamos de 14.000 voluntarios para los 35 días de Mundial. Es el diez por ciento de todas las solicitudes. Casi 150.000 personas se presentaron a la elección de voluntarios para el Mundial de Brasil. El primer corte pasaba por una dinámica de grupo. Después, por un examen online de cultura general. Por último, una prueba de idiomas. Hasta los finalmente 14.000 candidatos seleccionados.
Su trabajo es fundamental cuando tantos millones de personas acuden a un país desconocido, para la mayoría de ellos, en busca de ocio y diversión en forma de fútbol. Trabajan según condiciones personales: unos seis días a la semana, otros cinco, otros cuatro... algunos tres horas al día, otros siete... y los hay de todas las nacionalidades, no solo brasileños. De hecho, en el Arena Corinthians de Sao Paulo pudimos encontrarnos ayer, en la previa del día 1 de Brasil 2014, con voluntarios suizos, colombianos, argentinos, españoles, polacos y hasta rusos. Su función en ayudar a los medios a facilitarle su trabajo y al público en general a disfrutar del partido en cuestión. A cambio, se le costea la indumentaria, el transporte y alimentación. Y lo hacen con su mejor talante y con la mayor de sus sonrisas. Hay trabajos que no tienen precio.





